La inteligencia artificial (IA) no solo se ha convertido en la nueva palabra de moda, sino que también juega un papel importante en el desarrollo e implementación de entornos virtuales como parte de la estrategia de marketing inmersivo.
Así que, después de pasar días reflexionando sobre la IA, explorando algunas aplicaciones y analizando cómo la mayoría de las personas considera la inteligencia artificial como algo “realmente novedoso”, he decidido crear este artículo que me permite explicar en “lenguaje humano” algunas reflexiones sobre esta tecnología y cómo puede ayudarnos a potenciar nuestra campaña de marketing inmersivo.
La IA y los entornos virtuales
Primero, centrémonos en dos puntos principales: ¿Qué es la inteligencia artificial y cómo funcionan los entornos virtuales?
La inteligencia artificial es una combinación de patrones de algoritmos que nos permite alimentar el conocimiento de un software para que pueda tener un razonamiento lógico y una capacidad de respuesta similar a la de los humanos.
Por otro lado, un entorno virtual es un espacio creado informáticamente que puede recrear situaciones realistas o de ficción, ya sea un videojuego convencional o una experiencia en realidad virtual, aumentada o mixta.
Partiendo de estos dos puntos, es importante destacar que la inteligencia artificial siempre ha estado presente nuestras vidas; desde las redes sociales, hasta los correos electrónicos y sistemas de atención al cliente. A medida que el conocimiento sobre ella ha evolucionado, algunas industrias también lo han hecho.
Por ejemplo, desde los años 90, el sector de los videojuegos ha experimentado con la IA, desde una versión más «arcaica», logrando que las interacciones fueran más atractivas para los jugadores. Esto ha llevado a un aumento en el desarrollo de esta tecnología durante las últimas décadas, gracias a la democratización de Internet y la interacción con otras tecnologías como el Big Data o el Machine Learning.
IA y su relación con las tecnologías inmersivas
Cuando trasladamos toda esta información a entornos virtuales desarrollados para realidad virtual o aumentada, automáticamente se integra nuevos factores como la co-presencia o presencialidad. Esta presencialidad nos permite interactuar con los componentes dentro del entorno de forma natural, haciendo que la experiencia sea inmersiva, brindándonos la sensación de estar dentro de una gran red social en tres dimensiones.
Seguramente, habrás visto en muchas ocasiones como dentro de eventos virtuales o en marketplaces de realidad aumentada, tenemos la oportunidad de interactuar con elementos o personajes no jugables (NPC´s) que nos ayudan a tener una mejor experiencia. En estos casos, la inteligencia artificial juega un papel fundamental, no solo para recrear esos personajes y darles vida, sino para poder medir datos de acceso y controlar respuestas.
¿Cómo la IA puede enriquecer los entornos virtuales?
Hasta este punto, parece bastante sencillo la forma en la que la IA se integra a los entornos virtuales, sin embargo, he creado un listado de los resultados más interesantes que he visto hasta la fecha:
1. Creación de avatares o personajes no jugables
Los avatares dentro de los entornos virtuales, representan nuestra identidad digital. Gracias a ellos podemos interactuar o navegar en este “nuevo” modelo de internet en 3D.
Hasta la fecha, hay diferentes formas de crear un avatar más o menos realista. Por ejemplo, puede ser construido manualmente, al estilo de Roblox con ayuda de un menú desplegable y puedes seleccionar características como tipo de cabello, color de ojos y/o ropa.
También, podemos crear avatares utilizando la inteligencia artificial. En este caso, la IA puede partir de una imágen 2D para crear un personaje similar o igual a ti, de forma realista y, posteriormente, en conjunto con otras tecnologías como el face tracking, esta IA pueda reconocer otras características como: peinados, reacciones, emociones, postura corporal o marcas provocadas por el envejecimiento, para trasladarlas al avatar y que este sea más dinámico.
A medida que vamos enriqueciendo las redes neuronales de la IA, esta adquiere la capacidad de generar patrones de rasgos físicos aleatorios que nos pueden ayudar a crear avatares o personajes no jugables que interactúen, o no, con el usuario dentro de los entornos virtuales, pero que sean cada vez más familiares o amigables y nos brinden respuestas coherentes.
2. Experiencia al usuario
Cuando hablamos de entornos virtuales desarrollados para realidad virtual y aumentada, debemos recordar que el usuario está en el centro de la narrativa, y, por tanto, cada situación o sensación que experimente será crucial para generar en él la necesidad de permanecer o volver a conectar a nuestra aplicación (retención y retorno).
En este caso la inteligencia artificial nos permite crear experiencias enfocadas específicamente en cumplir con necesidades demandadas por el usuario como por ejemplo:
- Mejorar la experiencia al usuario en relación a la conexión: en términos de velocidad y calidad gráfica, o la calibración de la cámara si se trata de realidad aumentada.
- Creación de entornos virtuales personalizados: gracias a los algoritmos de aprendizaje automático se pueden personalizar la apariencia de los avatares, mejorar la interacción con objetos virtuales, optimizar los entornos o la información integrada en ellos, en función de sus preferencias y comportamientos previos.
- Accesibilidad multilingüe: con ayuda del procesamiento por lenguaje neutral que permite a los avatares crear respuestas en diferentes idiomas o adaptar el tono de voz en tiempo real.
- La IA, también, puede analizar grandes cantidades de datos para producir información, motivar la acción del usuario y optimizar la toma de decisiones.
- Dentro de entornos virtuales enfocados al metaverso o a la Web 3.0, la IA puede ayudarnos a crear contratos inteligentes para acciones de compra/venta.
La inteligencia artificial también puede hacer que los entornos virtuales desarrollados en realidad virtual o aumentada sean más inclusivos añadiendo reconocimiento de imágenes para personas con discapacidad visual, o, a través de exoesqueletos con IA, para interactuar con el entorno digital y conexiones cerebro-computadora.
¿Cómo influye la IA al marketing inmersivo?
En el mundo del marketing conocemos muy bien cómo funcionan mecanismos “complejos” como los algoritmos. Incluso la forma en la que la inteligencia artificial nos ha permitido mejorar procesos como el envío segmentado de boletines informativos, atención al cliente a través de chatbots o la publicidad programática.
Pero, lo que sí es un gran enigma para muchos es: “¿Cómo el tan nombrado metaverso va a cambiar la forma en la que los usuarios van a consumir el contenido dentro de un internet en tres dimensiones?”. Y no, no me digas que eso no va a pasar. Lo mismo pensábamos de los teléfonos móviles y la televisión hace unos años atrás, si no me crees dale un vistazo a mi artículo sobre Marketing Inmersivo, la quinta revolución.
El gran problema aquí es que muchos expertos en marketing consideran que estos entornos no son funcionales, porque, básicamente, no comprenden su naturaleza 3D. Un ejemplo que suelo usar en mis charlas y formaciones sobre realidad virtual y aumentada, es que imaginen que un entorno virtual es una página web, pero en tres dimensiones. Cada movimiento, representa una interacción como la que hacemos con el cursor de nuestro ordenador o el tap de nuestro móvil.
Para lograr esas interacciones dentro de un entorno virtual inmersivo, es necesario contar con un avatar, aquí es cuando la IA comienza a cobrar sentido, no solo para mejorar la experiencia al usuario, la retención y el retorno, si no para crear campañas de marketing inmersivo enfocadas directamente en el ROI.
Imagina que cuando estás conectado a la realidad virtual, tienes la posibilidad de ver en 360 grados “arriba, abajo, a tu alrededor”, como lo hacemos normalmente. Es por esta razón que la experiencia publicitaria deja de estar enmarcada en los cánones iniciales del marketing digital, como el posicionamiento SEO, y se empieza a parecer más al posicionamiento visual, que se usa para ubicar las marcas en los anaqueles de un supermercado o al análisis predictivo.
Dentro de este orden de ideas, con la ayuda de la IA y el posicionamiento ocular de las tecnologías inmersivas, los mapas de calor podrían empezar a cobrar sentido, permitiéndonos tomar decisiones con mayor precisión en tiempo real, general estudios de mercado de un producto antes de ser lanzado en el “mercado real” y crear estrategias que nos permitan captar la atención del usuario.
Adicionalmente, dentro de estos entornos, el uso de chatbots o asistentes virtuales, pasan a un plano tridimensional, encarnando a avatares previamente diseñados que pueden tomar nuevos datos de interés como: sentimientos, gestos o respuestas corporales de los usuarios con los que interactúe.
Inteligencia Artificial y riesgos éticos
Desde mi perspectiva, la inteligencia artificial (IA) es una herramienta muy poderosa para el marketing y para la optimización de los entornos virtuales, pero, no podemos dejar de lado los problemas éticos y morales que se plantean en la actualidad como: el sesgo algorítmico, el trato de los datos de carácter personal, la suplantación de identidad con tecnologías como el Deepfake o los inherentes a materia de propiedad intelectual.
Estos temas deben ser tratados y debatidos con profundo interés desde la sociedad, en conjunto de investigadores especializados y las empresas tecnológicas, para evitar repetir patrones de conductas generados en el internet convencional dentro de los entornos virtuales inmersivos, y que la IA se utilice de manera responsable.
El tratamiento temprano de estos temas y la pronta regulación serán cruciales para la integración de estas y otras nuevas tecnologías a los planes de marketing gestados por las agencias a nivel mundial. Algunas agencias, incluso, han optado por crear sus propios departamentos de legaltech o contratar a un asesor externo que les ayude a gestionar los asuntos legales y poder operar dentro de entornos virtuales de forma transparente y segura.
Si quieres saber más sobre las regulaciones actuales en asuntos de inteligencia artificial dentro de España, te comparto estos enlaces:
- Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA) de un informe sobre los desafíos de ciberseguridad en el ecosistema de la inteligencia artificial https://www.enisa.europa.eu/publications/artificial-intelligence-cybersecurity-challenges
- Estrategia Nacional para la Inteligencia Artificial https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Paginas/2020/021220-sanchezenia.aspx Y entre sus objetivos se encuentra el establecimiento de un marco ético y normativo que garantice la protección de los derechos individuales y colectivos, con el bienestar social y la sostenibilidad como ejes vertebradores.
En resumen, la combinación entre la inteligencia artificial y las tecnologías inmersivas, sin duda será clave para optimizar el futuro de las marcas, en especial para aquellas que se encuentran experimentando acciones dentro de entornos virtuales y otras tecnologías relacionadas con la Web 3.0.
Por otra parte, comprender el funcionamiento de los entornos y cómo la IA nos ayuda a mejorar la experiencia al usuario para su retención; nos garantiza poder generar un análisis de datos óptimo y perfilado que nos permita dar el siguiente paso del marketing digital, creando experiencias más personalizadas y eficientes, lo que se traduce como un aumento de las ventas y la fidelidad de los clientes.
P.D.: Para mostrarte solo un poco de lo que es capaz la inteligencia artificial, le he pedido a chatGPT que me ayudara a redactar algunos párrafos para esta entrada que se han mezclado de manera coherente dentro del artículo ¿Podrías detectar a cuáles son?